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Educación canina y adiestramiento

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Hay muchos tipos de juguetes para perros en el mercado. Algunos mejores, otros peores, y unos cuantos diseñados para ir mucho más allá del simple entretenimiento.

Si tú te lo pasas bien jugando al Tetris o resolviendo Sudokus, ¿imaginas que existiera algo similar para tu perro?

Hoy quiero daros mi opinión sobre los “juguetes interactivos”. ¿Es todo marketing o de verdad son diferentes al resto? Y, sobre todo: ¿vale la pena comprarlos?

La semana pasada recibí un mensaje de una propietaria a cuyo perro estoy tratando actualmente. Me preguntaba si conocía algún libro sobre educación canina que mereciera la pena leer porque el tema le interesaba mucho.

Si trabajáis como etólogos o educadores caninos seguramente comprenderéis la alegría que me produjo recibir un mensaje así. Para mí, uno de los mayores retos de esta profesión es saber implicar al propietario en el tratamiento de su perro. La terapia sólo funciona cuando eso ocurre. A partir de ahí, cuanto mayor es el nivel de implicación, más aumentan las probabilidades de éxito.

Sin embargo, a veces la comunicación con el propietario no es fácil. Por eso vale la pena tener en cuenta algunos principios básicos.

Algunos propietarios se quejan y preocupan porque sus perros parecen tenerle miedo a todo. En ocasiones, ni siquiera quieren salir a la calle.

En realidad, ese miedo generalizado está tipificado dentro de la etología, ciencia que estudia el comportamiento animal. Hay que analizar cada caso de forma individualizada, pero por lo general podemos hablar de perros que padecen Síndrome de Privación Sensorial.

Si tu perro le tiene miedo a las personas, a los coches, al camión de la basura, a las bicicletas, patinetes o incluso a las hojas que caen de los árboles inesperadamente, seguramente te interesará saber por qué y cómo ayudarle. Voy a intentar explicarlo.

Mucha gente dice: “Mi perro se porta peor cuando va atado que suelto”. Cuentan que su perro se vuelve más agresivo (o más reactivo) hacia otros perros o personas cuando va con correa que sin ella.

Puede parecer una contradicción pero, en realidad, no lo es. Este comportamiento tiene una explicación sencilla, lógica y fácil de comprender. Y, como casi siempre, tiene solución 🙂

Tienes un problema con tu perro. No sabes cómo solucionarlo. Necesitas ayuda. Entras en Google y buscas “Adiestrador de perros en Barcelona”, por ejemplo. ¿Qué vas a encontrar? ¿Y si pruebas con “Educador canino en Barcelona”?

Según el diccionario de la Real Academia Española:

Adiestrar: Amaestrar, domar un animal.

Educar: Dirigir, encaminar, doctrinar.

Aunque algunos profesionales del comportamiento y el aprendizaje canino se describen como adiestradores de perros, yo prefiero el término educador canino. Puede parecer un matiz banal, pero para mí lleva implícita una forma de entender la manera en que los perros deben ser tratados, comprendidos y enseñados.