Ayer me pasaron este vídeo, en el que alguien demasiado inocente se juega el brazo en un intento de hacerse el gracioso frente a un Rotwailler.

No sé si el chico de la imagen todavía conserva su mano, pero lo que está claro es que podría haberse llevado un buen bocado con consecuencias graves tanto para él como para su perro (muchas situaciones tan tontas como ésta acaban con la eutanasia del animal por haber mordido a su dueño).

Pero bueno, ya que la escena está grabada, aprovecharemos para ponerla como ejemplo de lo que NUNCA debemos hacer con nuestros perros. Fomentar la agresividad de esta manera es, además de peligroso, contraproducente.

En el vídeo, el chico está jugando y lo que el perro custodia es un juguete, pero imaginemos que se trata de otra cosa realmente importante para su dueño y que éste necesita recuperar inmediatamente (su teléfono móvil, un papel con datos importantes, un trozo de filete que había dejado descongelando en el marmol de la cocina…). Entonces, la broma ya no hará tanta gracia. Sin embargo, el perro habrá aprendido que gruñendo y sacando los dientes -cuando no mordiendo- protege aquello que es suyo, y no podremos explicarle que lo del peluche era un juego pero ahora la cosa va en serio.

Algunos perros tienen un sentido de lo que se conoce como «protección de recursos» muy desarrollado y se muestran agresivos si alguien intenta robarles aquello que están custodiando, ya sean juguetes, comida, o el sofá, sin ir más lejos. En perros con ese perfil, sólo falta que vayamos nosotros a fomentar esa agresividad para acabar teniendo en casa un animal peligroso con el que no podremos convivir.

Así que, moraleja: juguemos con nuestros perros de forma positiva, aprovechando siempre para convertir la diversión en un aprendizaje y nunca para fomentar conductas que luego nos traerán problemas.

{{ reviewsOverall }} / 5 Usuarios (0 reseñas)
¿Te pareció útil el artículo?
Otras reseñas... Déjanos tu reseña
Ordenar:

Sé el primero en dejar una reseña

Verificado
{{{review.rating_comment | nl2br}}}

Show more
{{ pageNumber+1 }}
Déjanos tu reseña

Your browser does not support images upload. Please choose a modern one

6 Comments

  1. Bones, guapa! Hi ha gent realment imbècil, eh… bbffff… Petons!

  2. Si se trataba de un pekinés de no más de 3 kg de peso también estaba mal hecho jugar así?

  3. Pero tengo preguntas!!!! Si me gruñe cuando me acerco a algo que ha cogido y estamos practicando un aprendizaje en positivo, ¿qué debo hacer para que no se salga con la suya y quitarle lo que está protegiendo, sin decirle «NO», gritar o pegarle con un periódico?

  4. Lo mejor en estos casos es cambiarle aquello que tiene por otra cosa igual de apetecible para que aprenda que soltar lo que está protegiendo no tiene una consecuencia negativa. Además, de esta forma el perro relaciona que cuando nosotros le pedimos que nos deje acceder a algo que está custodiando no es para «robárselo» y ya está sino para darle otro «recurso preciado» a cambio. En el caso del perro que vemos, podríamos ofrecerle otro juguete tentador. Si habláramos de comida, por ejemplo, podríamos llenarnos la mano con premios (pienso semi-húmedo, huesitos de cuero, chucherías para perros…) y hacer el trueque.
    Si hacemos esto conseguiremos tres cosas:
    1- No estaremos fomentando la agresividad del perro
    2- Nos ganaremos su confianza
    3- No necesitaremos gritar ni forcejear ni poner en riesgo nuestra mano.

Escribe un comentario