No es la primera vez que oigo que alguien le ha recortado los bigotes a su perro. Generalmente, con la mejor de las intenciones: dejarlo guapo y acicalado.
Sin embargo, hay dos buenas razones para no pasar nunca la tijera por los bigotes:
La primera es que todos los perros son guapos, independientemente de cómo de largos sean sus bigotes. No hace falta que les quitemos ni les añadamos nada 😉
La segunda, mucho más científica, es que los bigotes son más que simples pelos y, al cortarlos, estamos privando al perro de uno de sus principales sentidos…