¿Alguna vez te has preguntado por qué cuando te enfadas si tu perro ha hecho “algo malo” y lo llamas, él o ella viene despacito, dando rodeos, como si quisiera acabar con tu paciencia, en vez de acudir rápidamente –¡que es lo que tú estás esperando!-?
Y si bosteza mientras estás riñéndole… ¿por qué lo hace? ¿También para sacarte de quicio? ¿Porque es así de chulo?
Bien, empecemos por aceptar que, afortunadamente, los perros no son ni tan puñeteros ni tan rencorosos como nosotros. Hasta aquí, un gran descubrimiento.
Entonces, ¿por qué razón hacen esas cosas que tanto nos molestan? Pues, sencillamente, porque se comunican con un lenguaje corporal que, muchas veces, malinterpretamos.