¿Cómo enseñar a un perro? Conseguir que un perro haga lo que nosotros queremos es un reto que pasa por saber crear las oportunidades necesarias para capturar ese comportamiento y reforzarlo. Por lo tanto, el primer paso es motivar al animal para que muestre algún tipo de repertorio conductual (queremos que haga «cosas» para luego escoger cuáles de esas cosas reforzaremos). A eso se le llama potenciar la «variabilidad de respuesta».

¿Cómo conseguir que ese abanico de «cosas que mi perro hace» sea lo más grande posible? Probablemente habría que empezar poniéndose en la mente de un perro e intentar entender cómo funciona.

¡Es fácil! …Los perros hacen lo que les da resultados para conseguir lo que quieren o necesitan.

Esta afirmación nos lleva directos hacia el condicionamiento instrumental u operante, un tipo de aprendizaje asociativo en el que la conducta sirve de instrumento para conseguir un fin. Se trata de la “ley del efecto”: si una respuesta en presencia de un estímulo es seguida de un suceso satisfactorio, la asociación entre ese estímulo y esa respuesta se fortalece; si va seguida de un suceso desagradable, se debilita o desaparece.

Parece complicado pero pongámonos de nuevo en la mente de nuestro perro para entenderlo mejor. El perro piensa: «Si cuando mi propietario me pide que levante la pata, luego me da un premio, voy a seguir levantando la pata cuando me lo pida».

Vaya, que está claro que el secreto para aumentar el repertorio de conductas está en el uso de reforzadores o premios.

¡Pero cuidado porque el tipo de premio va a influir directamente sobre el aprendizaje!

Tipos de premios y cómo usarlos
A mayor calidad o cantidad del premio, mayores serán las tasas de respuesta que obtendremos.

Explicado de forma fácil: no es lo mismo motivarse para conseguir una bolita de pienso que un pedazo de pollo, de la misma manera que siempre será más tentador un puñado de salchichas de Frankfurt que una sola rodajita. Además, no le ofrezcamos como premio una pelota a un perro al que no le gusta jugar con ella o no intentemos reforzarlo con un pedazo de zanahoria si sabemos que no le apasiona la verdura…

Por otro lado, puede ser útil buscar un “contraste positivo”, o sea premiar al perro con una recompensa mejor que la recompensa por la que ya trabajó antes.

Y si nuestro objetivo fundamental es aumentar la variabilidad de las respuestas, podemos enfocarnos a reforzar, en concreto, esa variabilidad. Así, premiaremos todas las «cosas» nuevas que el perro haga. Le recompensaremos solamente por hacer algo diferente a lo que ya hizo antes. En cuanto muestre una respuesta nueva, obtendrá un trozo de salchicha, por ejemplo.

Mediante la combinación de este método y un trabajo de «moldeado» posterior se puede responder a la pregunta cómo enseñar a un perro. En definitiva, conseguir que tu perro haga muchas de las cosas que te gustaría que hiciera y, encima, se sienta motivado mientras las hace.

¿Parece fácil? ¡Pues a probarlo! 🙂

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5 Comments

  1. mi perrito se cree goliat y a la defensa de su hembra que soy yo, así que siempre estamos en la lucha de que no se quiera comer a todos los cuadrúpedos que ve. Qué puedo aplicar, ya he intentado el no, el guiarlos totalmente recto como si el otro no existiera, el acariciarlo y hablarle lindo cuando lo logra, hasta sacarlo de su enfurecida lucha, ganándome una buena mordida por el contrario.

    • Sandra, según lo que explicas tu perro podría tener un problema de agresividad por protección de recursos. En este caso, el recurso valioso serías tú, y no dejaría que otros perros se te acercaran. De todas formas, como siempre digo, hacer diagnósticos sin ver al perro y al propietario es muy peligroso así que te recomiendo que busques ayuda profesional. No quisiera darte un consejo erróneo desde aquí…
      Espero que lo entiendas.
      De todas formas, si puedo ayudarte a encontrar un buen profesional, no dudes en decírmelo. ¿En qué ciudad vives? Quizás puedo orientarte.
      Un saludo,

  2. Hey!
    Hay dos errores bastante básicos en el artículo. 1) Estáis hablando de condicionamiento operante, por lo que no hablamos de estímulo y respuesta si no de conducta y consecuencia (premio/castigo). 2) La asociación entre estímulo y respuesta no se debilita o fortalece según el estímulo sea negativo o positivo, si no según la intensidad de la respuesta (consecuencia), según la proximidad temporal entre ambas y según la ratio de veces que se da la conducta entre veces que la conducta viene seguida por esa respuesta. Lo que se debilitan son sus ganas de mostrar un comportamiento si saben que van a ser castigados jejeje.
    Espero que os haya sido útil.
    Lidia Infante

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